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DÍA 5 DE ENERO HORA POR CONFIRMAR PERO SEGURO QUE POR LA NOCHE
!!!QUE REGALO DE REYES¡¡¡
Mil historias que contar
OTRAS ORGANIZACIONES RELACIONADAS.
Los jefes de las organizaciones desmanteladas solicitaban ciertas partidas de droga, de cantidades oscilantes entre 100 gramos y 300 gramos de cocaína, a otras organizaciones superiores jerárquicamente a ella, siempre éstas constituidas por personas de nacionalidad sudamericana o residentes en la localidad de Dos Hermanas (Sevilla).
Los proveedores de cocaína enviaban a personas pertenecientes a su propia red para entregar la droga. Así, una vez que el 'correo' de la droga entregaba la cocaína a la organización de Ubrique o Prado del Rey, el receptor de la misma era quien suministraba la cocaína, realizando el reparto de la sustancia entre pequeños distribuidores propios de las tramas (en cantidades de 20 a 30 gramos), los cuales a su vez la preparaban en dosis de medio o un gramo, para su posterior venta directa a los consumidores en las poblaciones donde estaban afincados, Prado del Rey y Ubrique.
Television online, guias y canales de todo el mundo:
El autor, Isidro García Sigüenza, se ha ocupado en buscarnos el origen de todas esas creencias hundiendo sus investigaciones en aquellos rituales mágicos que tanto proliferaron por aquí en tiempos de la Inquisición.
El contraste con las creencias actuales nos aporta una realidad antropológica que nos hace sentirnos orgullosos de un patrimonio tan íntimo y rico a la vez".
El enigmático e intrigante párrafo con el que comienza BRUJAS:
"Ahora que la iglesia ha bajado la guardia y, suponemos, no nos van a condenar porque hablemos de estos asuntos…; ahora que los médicos andan aprendiendo de "sabias" y curanderos el trato unipersonal que estos dispensan a sus enfermos…; ahora que la guardia civil ha dejado de ser la mano de hierro al servicio de las oligarquías dominantes; y ahora, por fin, que los maestros han perdido el norte de sus enseñanzas morales,…; ahora, digo, es el momento de encarar este asunto y sacar a la luz los muchos secretos que guardan los vecinos de estas Serranías".
El autor
"Oriundo de la rioja burgalesa, es bien conocido en la Serranía de Ronda, en la que lleva desarrollando su labor educativa desde hace veinticinco años.
Entusiasta investigador, sus publicaciones se centraron en un principio en la comarca donde vive y trabaja y en temas con clara proyección pedagógica: "Habla y Fantasía", "Los Moriscos", "Juegos Infantiles", "Ecosistemas", "Cómo aprender Química a través de la cerámica"…
Posteriormente, y a la par que ampliaba el territorio de estudio al Campo de Gibraltar, Sierra de Cádiz y Alpujarra dirigió su atención hacia asuntos de raigambre popular y etnográfica: "Bandoleros", "Arrieros", y ahora éste de las "Brujas". Completa así el autor la trilogía que pensaba dedicar a temas legendarios.
Actualmente se halla empeñado en dedicar otros tantos trabajos al genérico tema de "La madre en la Sierra". Para ello lleva muy adelantado el que iniciará la serie y que tratará sobre "Las Maneras Tradicionales de Conservar Alimentos".
Mi vida entera será tu abrigo
Mis ojos mirarán por ti
Mi risa loca está contigo
Cuando te acuerdes de mí
Y te volveré a besar , tu no vuelvas a llorar
La puerta negra ya se ha caido
Y ahora no quiero entrar
Te espero afuera con el olvido ,te llevaré a pasear
Nadie nos vigilará , nadie sabe la verdad
Hoy corazón, solo quiero oir tu voz
Hoy el dolor, se estrella en esta habitación
Hoy corazón, estoy durmiendo junto a ti
Hoy mi dolor, canto solo para ti
Y ahora sigue siempre adelante
Que nadie nos parará,
Te doy el mundo que imaginaste
Cuando te fuiste a dormír
Nadie nos vigilará, nadie sabe la verdad
Estribillo:
Con los ojos cansados y en la oscuridad
Acaricio tus manos
Y una puerta se abre y nos vuelve a juntar
nadie sabe la verdad
Hoy corazón, solo quiero oir tu voz
Hoy el dolor, se estrella en esta habitación
Hoy corazón, estoy durmiendo junto a ti
Hoy mi dolor, que nadie sabe, que nadie sabe,
que nadie sabe
Stanley Milgram, de la universidad de Yale, realizó en julio de 1961 uno de los experimentos más inquietantes de la historia de la psicología. En él, se le pedía a un voluntario, que creía venir a una investigación sobre memoria, que atara a una persona a una silla electrificada y le pusiera un electrodo en la muñeca. Después, el voluntario pasaba a una habitación contigua donde había un generador eléctrico. Cada vez que la persona atada a la silla se equivocaba, el voluntario debía administrar una descarga. Los primeros fallos se sancionaban con shocks ligeros (15-60 V) que iban subiendo. El penúltimo paso, entre 375 y 420 V, aparecía el rótulo “Peligro” y en el último nivel aparecía un lacónico “XXX” (435-450 V). Los gritos de dolor y angustia aumentaban de intensidad con las descargas. El protocolo estipulaba que si el voluntario vacilaba en seguir el experimento al llegar a 315 V, el psicólogo debía advertirle seriamente 4 veces consecutivas de que no cuestionara el experimento y actuara según se le decía. El resultado final fue aterrador: de 40 participantes, ninguno se negó a descargar un shock de menos de 300 V, 5 abandonaron el experimento en este punto, 9 lo hicieron entre los 315 y 375 V ¡y 26 llegaron a castigar con 450 V!
Repetido el experimento en otros países, los resultados fueron idénticos: en Alemania, por ejemplo, el 85% accionó la palanca XXX. Dicho de otro modo: la mayoría de los voluntarios llegó a un nivel en el que lo más sensato era pensar que habían matado a la persona de la habitación contigua sólo porque alguien con bata blanca les había dicho que lo hiciera. Y todo a pesar de enfrentarse a serios conflictos internos. Así, en 20 minutos un hombre de negocios maduro, sereno y seguro de sí mismo se transformó “en una piltrafa temblorosa y balbuceante al borde de un ataque de nervios”. En un momento golpeó con el puño la palma de la otra mano y murmuró: “¡Oh, Dios mío, haz que esto acabe!”. Sin embargo, escuchó cada palabra del experimentador y siguió hasta el final.
Las conclusiones del experimento son difíciles de ignorar: la obediencia a la autoridad puede llevar a cualquier persona demasiado lejos. Pero hay un último consuelo: si alguien se rebela, podemos ser capaces de salir de la situación. En una última variación, se colocó a dos observadores al lado del experimentador. Si estos abandonaban indignados el laboratorio, la mayoría de los voluntarios reales los seguían y desobedecían al experimentador.
Articulo sacado de un blog de ciencia en la revista muy interesante
Aquí una canción que me ha sorprendido, forma parte de la bso de infiltrados.
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